Aun sigo siendo un muchachito
aun quema en mis manos de manos
aquella rebeldía digna de un ornitorrinco ateo
Los muslos tibios; el vapor joven de los vestuarios escolares
y la edulcoración reiterativa de un recuerdo húmedo
Ese partidito eterno con los pibes del barrio
el efebo oculto bajo los calzoncillos pegajosos
las miradas juguetonas en las duchas
y la eferente angustia de la erección impalpable.
Buenos Aires, 30 de Julio de 2007
Fabro Tranchida
1 dejar comentarios ))):
Otro de tus escritos que me gusta mucho.
La eleccion presisa, y no tanto, de las palabras al escribir es lo que mas me gusta de tu forma de redactar.
Un placer tener de amigo un artista asi.
Cariños, besos y abracetes!
Mati!
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